¡Todos los productos son NUEVOS y con 1 AÑOS de garantía!

Bateríasadaptador.es baterías Pago Seguro y Sencillo,Transmisión de Datos con Cifrado SSL.Nuestro objetivo consiste en la satisfacción de nuestros clientes.

iPhone SE (2020), análisis tras un mes de uso: ser pequeño es su mayor virtud y su mayor defecto

Llevamos desde el lanzamiento del primer iPhone SE leyendo rumores sobre que Apple iba a lanzar un nuevo modelo. Pasaban los años y nada, ese iPhone SE 2 no llegaba. Pero los rumores seguían, uno tras otro, cada vez con más fuerza y hasta con más precisión. Finalmente, Apple decidió dar el salto y hace un mes lanzó el iPhone SE (2020), un terminal con el diseño del iPhone 8 y el motor del iPhone 11 Pro.

En Xataka ya hemos tenido ocasión de analizarlo en profundidad, pero este dispositivo tan peculiar (a su manera) pedía a gritos algo más. Después de todo, nos hemos acostumbrado a los móviles grandes con paneles OLED de casi siete pulgadas. Ahora que los phablets (qué tiempos) se han convertido en los móviles del día a día, Apple ha puesto el puño sobre la mesa y ha lanzado un móvil pequeño. ¿Qué tal es la experiencia usándolo a diario durante un mes? He aquí el resultado.

No nos vamos a andar con rodeos. Lo que más llama la atención del iPhone SE (2020) es su tamaño. Es bastante, pero bastante más pequeño que sus hermanos de esta generación y es algo que se nota en varios aspectos. El primero, evidentemente, es la sensación en mano. Partamos de la base de que cada persona tiene sus gustos y que lo que puede gustar a uno puede no gustar a otro, pero dicho lo cual, qué maravilla es tener un móvil que no se siente un ladrillo.

El iPhone SE (2020) es muy cómodo de usar con una sola mano, apenas se nota cuando lo llevamos en el bolsillo y su construcción es excelente. Apple sabe diseñar móviles y el iPhone 8 ya se sentía bien, por lo que el iPhone SE (2020) sigue la misma senda. Está acabado en un cristal con marcos de aluminio que se siente premium, que no resbala demasiado y que es agradable en mano. Ayudan, por supuesto, las esquinas redondeadas, los bordes curvados y su escaso grosor.

A nivel estético, el iPhone SE (2020) es igual de bonito que el iPhone 8. Es minimalista, tiene una sola cámara en la esquina superior izquierda bastante disimulada, sin módulos ni implementaciones extrañas, y el flash LED. No hay colores holográficos, ni grabados espectaculares ni adornos superfluos. Es una trasera de cristal roja y brillante. Parece más iPhone que los propios iPhone 11, curiosamente.

Lo que se gana en comodidad se pierde en experiencia con la pantalla y el contenido multimedia
El segundo aspecto en el que se nota el tamaño es en la pantalla, y aquí las sensaciones cambian. Como decíamos antes, el iPhone SE (2020) es un iPhone 8 en cuanto a construcción, por lo que tenemos dos enormes marcos arriba y abajo que ya en pleno 2020 lucen antiguos. Entre ellos tenemos un panel IPS/LCD de 4,7 pulgadas con resolución 1.334 x 750 píxeles que a la vista está que es pequeño si tenemos en cuenta cómo usamos el móvil en la actualidad.

Hay quien dirá que esta pantalla tiene una resolución poco más alta que HD y que se tienen que notar los píxeles. Pues no, en absoluto. No es 4K ni 1.440p como las que hay en algunos móviles, pero se ve muy bien. Sus 326 píxeles por pulgada cumplen perfectamente con su cometido y no suponen ningún drama. Es una pantalla correcta, suficiente para usar WhatsApp, leer Twitter, consultar Instagram y estar al día de las noticias.

Ahora bien, una de cal y una de arena. Es cierto que las pantallas grandes mejoran mucho la experiencia de ver películas o jugar. Si eres un usuario que lo haga a menudo, entonces este iPhone no es para ti. No se disfruta el contenido de la misma forma que en móviles más grandes, pero no se puede querer todo. No es la mejor pantalla del mercado ni lo pretende. Es una pantalla para usar el móvil, pero no para exprimirlo al máximo. Y es curioso, porque el procesador que hay en su interior está pensado para ofrecer una experiencia soberbia, pero de ello hablaremos luego.

Antes vamos a centrarnos en los marcos. Son grandes, toscos y un rara avis en el contexto actual. No sientan bien y no lucen como otros dispositivos con pantallas inmersivas, pero rompo una lanza a su favor: hacen que el iPhone sea simétrico. Los notches y dotches de turno rompen la simetría del dispositivo, pero el iPhone SE (2020) mantiene esa armonía en el diseño que se perdió con los iPhone X.

Una de las "bondades" que tienen estos marcos es la presencia del ya-extinto-y-ahora-revivido Touch ID. El sensor de huellas funciona perfectamente, como ya funcionaba en otras generaciones. Yo uso un iPhone 11 Pro como móvil personal y antes tenía un iPhone 8 Plus y la sensación es la misma. No es el sensor de huellas más rápido del mercado, pero funciona perfectamente, apenas falla y su integración con iOS y las aplicaciones es excelente. Es una solución quizá de antaño, pero muy funcional y correcta.

En definitiva, es un diseño que amas y odias al mismo tiempo y a partes iguales. Su tamaño lo hace ideal para personas con manos pequeñas, para los que quieran un dispositivo más compacto que no se sienta grueso en el bolsillo y que busquen algo para usar redes sociales y apps tipo timeline. Sin embargo, puede quedarse corto para los usuarios más exigentes, que quieran un diseño más propio de 2020 y una pantalla de mayor tamaño. Es, al fin y al cabo, una cuestión de prioridades.

El motor de un Ferrari bajo el capó de un 600

El Ferrari SF90 Stralade tiene un motor V8 de 780 bhp con un tanque de 68 litros de combustible. Se pone de 0 a 100 en 2,5 segundos y alcanza los 340 km/h. El SEAT 600 de 1957 tenía una potencia de 21,5 CV, un depósito de 37 litros y alcanzaba la friolera de 95 km/h. El Ferrari tiene un diseño deportivo, un motor de vértigo y buena capacidad de combustible. El SEAT 600 tiene un diseño más anticuado, un motor de otra época y menos combustible. Pues el iPhone SE (2020) es como coger el motor del Ferrari y meterlo bajo el capó de un 600.Dentro de este pequeño dispositivo encontramos ni más ni menos que el procesador Apple A13 Bionic, un SoC de siete nanómetros que se encarga de darle vida a los iPhone 11 de esta generación. La RAM no ha sido desvelada, como viene siendo costumbre en Apple, pero un despiece dejó ver que eran 3 GB. El almacenamiento interno es de 64 GB y la batería es de 1.821 mAh con carga rápida de 18W y carga inalámbrica.

¿En qué se traduce esto? En que tenemos potencia para dar y regalar. Sí, es cierto que no tiene 12 GB de memoria RAM como algunos móviles Android, pero iOS no necesita tantos recursos para funcionar correctamente. La RAM en iOS va por su propio lado, igual que los miliamperios, que también recibirán su dosis de protagonismo en este apartado.