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Nothing Phone (2), primeras impresiones: el móvil del hype regresa por la puerta grande

Un año, un dispositivo. La estrategia de Nothing a día de hoy no la iguala ningún fabricante. Apple ya va por cuatro modelos anuales, y Google tiene dos modelos de Pixel 7. El Nothing Phone (2) es el sucesor del Phone (1), aunque el movimiento en 2023 ha sido curioso: este año hablamos de un gama alta asequible que quiere competir con los mejores teléfonos Android, en lugar de un gama media-premium.

Esta decisión ha tenido impacto directo en el precio, elemento que valoraremos en profundidad en nuestras conclusiones finales tras la review completa. Por el momento, Nothing tan solo abre las puertas a las primeras impresiones con este Phone (2), un dispositivo con muchas reminiscencias del modelo pasado, pero una interpretación bastante distinta.

Seré claro: a simple vista es bastante complicado encontrar diferencias en el diseño del Phone (2) respecto al Phone (1). Lo primero que notamos, inevitablemente, es el cambio en el tamaño. El pasado curso estábamos ante un teléfono de 15,9 centímetros de alto, aumentando este año hasta los 16,7. Es un alto prácticamente idéntico al de un iPhone 14 Pro Max, aunque el teléfono es bastante estrecho y ligero.

¿Sigue recordando al iPhone? Sí. De hecho, durante estos días de uso, más de un amigo se ha sorprendido al ver cómo se encendían LEDs "en mi iPhone". He tenido que explicarles que esto es un Nothing y que, sí, se parece mucho a un iPhone 12.

El Nothing Phone (2) sube al carro del tamaño de la gama alta: es un móvil enorme, aunque muy ligero
Uno de los puntos fuertes del modelo anterior, bajo mi punto de vista, era precisamente que no rompía la barrera de los 16 centímetros de alto. El Phone (1) no era en absoluto un teléfono compacto, pero sí estaba a medio camino. Este año estamos ante un teléfono enorme, para lo bueno y para lo malo.

En la parte trasera, hay dos principales cambios visibles. Ahora el cristal trasero tiene una ligera curvatura (prácticamente inapreciable) y, por otro lado, se ha refinado el sistema de LEDs traseros del teléfono. Se ha duplicado el número de grupos LED (de 8 a 16) manteniendo una estructura prácticamente idéntica.

Entre esos detalles que no se aprecian pero suman valor, podemos destacar que el teléfono cuenta ahora con un segundo sensor de luz ambiental trasero, por lo que los LEDs pueden adaptarse a las circunstancias lumínicas y así ser más eficientes a nivel energético. La estructura interna del dispositivo también se ha rediseñado, para ubicar los elementos del hardware de una forma más armoniosa.

Por la parte delantera, se ha trabajado para reducir los biseles, y el agujero en pantalla pasa a ubicarse en la parte central. El Phone (2) se siente como un teléfono más actual, y agrademos (mucho) que el frontal sea 100% plano, pese a que el panel venga con las últimas tecnologías.

La "nueva" interfaz Glyph

Al igual que el pasado año, la interfaz Glyph sigue siendo el punto estrella de este teléfono. Incluir los pequeños cambios en la matriz LED han permitido que la personalización sea aún mayor. Las nuevas funciones son las siguientes.

Ahora funcionan como temporizador, mostrando una cuenta regresiva.
Integración con Google Assistant: se mostrará una pequeña animación con los LEDs cuando nos esté respondiendo.
Integración con apps de terceros. Por el momento, funciona con Uber (y Uber Eats). Se muestra el proceso en tiempo real lo avanzado que va nuestro pedido. Se esperan más implementaciones en el futuro.
Ahora funciona también como indicador de volumen.
Nueva app 'Compositor': nueva aplicación para crear nuestros propios tonos de llamada sincronizados con los LEDs.
En la review en profundidad comentaré si estas mejoras son suficientes para llevar a otro nivel este sistema de LEDs. Por el momento, puedo adelantar que es un avance lógico y moderado, suficiente para seguir haciendo del Phone (2) un teléfono completamente distinto al resto de sus competidores.

Hemos preguntado a Nothing por qué han pasado de vender un gama media-alta a un sucesor que apunta a la gama premium (con el inevitable aumento de precio que esto conlleva). Por el momento, no ha habido respuesta. El punto principal es que ahora tenemos un teléfono que rivaliza con el Google Pixel 7, superándolo en panel, batería y potencia bruta.

En el análisis a fondo ahondaremos en cómo se comporta a nivel de ejercicio térmico, ya que el Snapdragon 8+ Gen 1 no es de los mejores en este aspecto. Por el momento, podemos adelantar sin miedo que el teléfono vuela y que es una de las mejores experiencias que hemos tenido a nivel de fluidez en los últimos meses, pese a no montar el último procesador de Qualcomm.

Nuestra unidad (la que Nothing quiere impulsar más en ventas) llega con 12 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento interno. Es una combinación completamente ganadora visto el precio final del dispositivo, y que nos garantiza (si el soporte de software lo permite) un ciclo de vida bastante longevo.

Procesador, pantalla, memorias... El Nothing Phone (2) mejora en los puntos clave para subir el nivel
Más allá del rendimiento bruto, tenemos un gran panel de 6,72 pulgadas, Full HD+, con tecnología LTPO AMOLED y tasa de refresco adaptable entre 1 y 120 Hz. Sí que echo en falta resolución 2K en un terminal de este tipo, aunque visto el comportamiento de la competencia en este aspecto no es un punto especialmente recriminable. El brillo máximo se duplica y sube hasta los 1.000 nits (los 1.600 nits son solo para contenidos HDR). En el análisis veremos si es suficiente o no.

La batería ha crecido hasta los 4.700mAh, y el sistema de carga rápida pasa de los 33W a los 45W. Quedarse atrás en carga rápida no me preocupa en absoluto, aunque penaliza si lo comparamos con algunos de sus rivales directos. En la review en profundidad comentaremos cómo se comporta la batería. Spoiler: es brutal.

Respecto al software, contamos con Nothing OS en su segunda versión. No vamos a profundizar en sus características, pero sí que podemos adelantar que es básicamente la ROM del Pixel con personalización de Nothing. Android casi stock, sin bloatware, sin LinkedIn, Facebook o demás apps innecesarias preinstaladas. Un sistema creado con mucho mimo y que enamora a simple vista.

Nothing vuelve a poner sobre la mesa un móvil distinto, y lograr esto en los tiempos que corren es digno de aplauso. En la review al completo profundizaremos sobre una autonomía (que ya te adelantamos que promete), el apartado fotográfico y sus prometidas mejoras, así como de cuánto salto ha habido realmente entre una generación y otra.

El Nothing Phone (1) quería conquistar en la gama media, pero el reto de atacar la gama alta frontalmente son palabras mayores. La compañía de Carl Pei va a por todas y, desde luego, esta primera toma de contacto nos deja claro que tienen un plan bien definido para conquistar al consumidor más geek.