¡Todos los productos son NUEVOS y con 1 AÑOS de garantía!

Bateríasadaptador.es baterías Pago Seguro y Sencillo,Transmisión de Datos con Cifrado SSL.Nuestro objetivo consiste en la satisfacción de nuestros clientes.

LG 34GK950G, análisis: su panel QHD de 120 Hz es una baza muy potente, pero este monitor «gaming» tiene más armas para seducirnos

La evolución que han experimentado los monitores durante esta década ha sido equiparable a la de los televisores. Los usuarios hemos sido testigos de cómo la resolución de los paneles se ha incrementado drásticamente, y también de la irrupción de tecnologías como HDR o los paneles curvos, que, según mi experiencia, tienen mucho más sentido en los monitores ultrapanorámicos que en los televisores debido a lo cerca que solemos estar de ellos (poco a poco los paneles curvos se han ido diluyendo en el mercado de las teles hasta casi desaparecer del todo).

El monitor de LG para juegos al que vamos a dedicar este análisis aglutina buena parte de las tecnologías que se han hecho hueco en el mercado durante los últimos años, un motivo a priori suficiente para que pongamos nuestros ojos sobre él. Tiene un panel LCD curvo IPS de última generación con resolución QHD, es ultrapanorámico, nos promete una cobertura del 98% del espacio de color DCI-P3 y alcanza una frecuencia de refresco máxima mediante overclocking de 120 Hz. Estas son solo algunas de las bazas que han provocado que hayamos decidido ponerlo a prueba para averiguar si es uno de los monitores para gaming que a los jugones nos interesa tener en cuenta. Aquí empieza nuestro análisis.

LG 34GK950G: especificaciones técnicas
El panel es un componente clave en cualquier dispositivo de visualización. El que incorpora este monitor es un LCD de tipo IPS y 34 pulgadas con una profundidad de color de 8 bits, resolución QHD (3.440 x 1.440 puntos) y relación de aspecto 21:9. Su curvatura es una de las más frecuentes en este tipo de dispositivos, 1800R, lo que significa que si colocásemos el monitor sobre una circunferencia que encajase a la perfección con la curvatura del panel su radio tendría una longitud de 1.800 mm. Esto puede parecer poco relevante, pero no lo es porque refleja la distancia máxima a la que debemos observar el monitor si queremos ver las imágenes de forma óptima, con la menor distorsión y el mayor confort visual posible.

La curvatura del panel de este monitor es 1800R, una etiqueta que nos indica que la distancia máxima a la que debemos observarlo para que nuestra experiencia sea óptima es 1,8 metros. Y esto raramente representa un problema en un monitor

Todas las especificaciones que acabamos de repasar pintan bien, pero hay una que puede arrojar algunas dudas razonables: la profundidad de color del panel. Su codificación de color de 8 bits compromete seriamente su rendimiento con contenidos HDR, y los 400 nits de brillo típico anunciados por LG no son suficientes para reproducir las imágenes que utilizan esta tecnología en toda su plenitud. Tanto es así que la propia marca refleja en las especificaciones de este monitor que no es compatible con HDR. En cualquier caso, su habilidad a la hora de reproducir el color pinta bien a pesar de lo que acabo de mencionar porque el panel está propulsado por la tecnología de nanocristales.

Los nanocristales son unas partículas diminutas (su tamaño es inferior a los 100 nanómetros y un nanómetro equivale a la mil millonésima parte de un metro) que son capaces de modificar la longitud de onda de la luz. De esta manera los monitores y los televisores que recurren a esta tecnología consiguen reproducir tonos que estarían fuera de su alcance si no contasen con estas partículas. LG asegura que su implementación de esta tecnología, a la que la marca surcoreana llama Nano IPS, permite a este monitor reproducir el 98% del espacio de color DCI-P3, algo que, de ser realmente así, resulta muy atractivo.

La frecuencia de refresco nativa de este monitor es 100 Hz, pero puede alcanzar los 120 Hz si recurrimos al overclocking

Otra prestación de este monitor a la que nos interesa prestar atención antes de seguir adelante es el refresco del panel. Su frecuencia de refresco nativa es 100 Hz, aunque puede alcanzar los 120 Hz si recurrimos al overclocking. Cuando el fabricante del monitor publicita, y, por tanto, nos propone utilizar esta técnica, es porque la estabilidad del panel no suele verse comprometida, por lo que estos 120 Hz suenan muy bien. Eso sí, son atractivos si nuestro equipo es capaz de alcanzar una cadencia media de imágenes por segundo a la resolución nativa del panel próxima a los 120 FPS. Si nuestra GPU raramente supera los 60 FPS a la resolución a la que jugamos no estaremos sacando todo el partido a la alta tasa de refresco del monitor.

Un requisito que nos viene bien tener en cuenta es que si queremos transportar hasta el monitor señales a 100 o 120 Hz tendremos que utilizar el enlace DisplayPort 1.2, y no una de las dos entradas HDMI 2.0. Y una última característica atractiva de esta pantalla es que es compatible con la tecnología de sincronización adaptativa G-SYNC de NVIDIA, aunque no con FreeSync de AMD. Esta técnica permite que el monitor y la GPU se pongan de acuerdo para sincronizar la cadencia de imágenes que renderiza el procesador gráfico y la frecuencia a la que las muestra la pantalla actuando sobre esta última. Esto evita que aparezcan algunos defectos gráficos molestos, como el tearing o el stuttering (os explicamos en qué consisten en este artículo), mejorando así nuestra experiencia de juego.